septiembre 11, 2013

Articulación preescolar-primaria: recomendaciones al maestro

ANA CRISTINA RODRÍGUEZ RIVERO   CARIDAD OLIMPIA TURÓN DÍAZ  Instituto Superior Pedagógico Enrique J. Varona, Cuba



Desarrollo
La problemática de la continuidad o articulación entre educación infantil y primaria no es un tema
nuevo, pero hoy adquiere una mayor significación dadas las exigencias educativas para el nuevo milenio
que trae consigo grandes demandas al desarrollo científico técnico y por tanto al desarrollo de las futuras
generaciones.
En diferentes investigaciones se ha abordado la relación existente entre el nivel de preparación del
niño al ingresar a la escuela y su aprendizaje en los primeros grados de la educación primaria. El estudio de
esta relación responde al criterio referido a la necesaria continuidad que debe existir entre la educación
preescolar y la escolar como dos  eslabones de un proceso educativo único, lo cual está determinado
esencialmente por el nivel cada vez mas complejo y elevado de las exigencias de la escuela primaria y por
otra parte, por la conciencia de las grandes posibilidades que tiene la etapa preescolar para lograr un
mayor desarrollo de los niños de estas edades.
La edad preescolar constituye una etapa significativa en la vida del individuo, pues en ella se
estructuran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, se forman y regulan una serie de
mecanismos fisiológicos que influyen en el desarrollo físico, el estado de salud y en el grado de adaptación
al medio.
La entrada del niño a la escuela constituye un momento fundamental de su vida, va a iniciar el
proceso de aprendizaje sistemático de los fundamentos de las ciencias, comienza una actividad seria y
responsable: el estudio, que durante toda la vida escolar va a constituir la actividad fundamental y por su
cumplimiento será evaluado por los maestros, padres, coetáneos y por la sociedad en general. Este hecho
refleja la importancia que tiene para el niño obtener éxito, fundamentalmente en el primer grado, eslabón
inicial de este proceso, donde se sientan las bases para el futuro aprendizaje y se adquieren hábitos y
procedimientos de trabajo que resultarán básicos para toda su labor posterior como escolar.
Al incorporarse a la vida escolar, el niño experimenta una reestructuración psicológica esencial,
pero este niño que culmina su 6to. año de vida y comienza en el 1er. grado, mantiene aún, las características
Revista Iberoamericana de Educación
ISSN: 1681-5653
n.º 44/4 – 10 de noviembre de 2007
EDITA: Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)

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