marzo 24, 2011

El ambiente sonoro y el bebé

ramiro.JPG ¿Cuál es el mejor estímulo sonoro para los bebés y los niños pequeños? ¿Es necesario contar con música grabada en la sala de lactantes? ¿La música tiene que estar presente todo el tiempo?
Recorriendo escuelas infantiles, hemos percibido una situación que por repetida no resulta menos alarmante: la costumbre de sintonizar la radio en las salas de bebés. Los programas radiales son elegidos como un entretenimiento para el docente, en la creencia de que estos no son percibidos por el bebé. Sobran los argumentos para echar por tierra esta idea, y les exponemos algunos. No tenemos por otra parte nada en contra de programas de emisión radial que cuentan con un repertorio de música de buena calidad, pero consideramos que cualquier estimulo sonoro grabado, debe ser limitado de manera de permitir que en muchos momentos de la jornada, la voz del docente, sus palabras, su canto, su arrullo y sus exclamaciones, puedan ser una parte importante del ambiente sonoro de la sala.Lo ideal es lograr el equilibrio entre momentos musicales, momentos de canto y diálogo, y momentos en que los niños pueden escuchar sus propias emisiones vocales, así como las de sus compañeros.
Novedosas investigaciones, como por ejemplo las del efecto Mozart para los bebés, nos muestran cómo algunos campos, que podríamos llamar disciplinares, avanzan en la búsqueda de una adecuada calidad en los estímulos musicales que ofrecemos a los niños pequeños.
Según lo que afirman estos estudios científicos, la música de Mozart tiene influencia en el comportamiento de los bebés, y les facilita un mayor desarrollo intelectual y creativo.
Otras publicaciones sostienen que la estimulación musical prenatal propicia una adquisición más temprana del lenguaje, y que los niños que han sido estimulados musicalmente desde el vientre materno son más serenos y armoniosos en su expresividad estética.
El oído es el órgano que primero se forma dentro del útero, podríamos decir que hay una rítmica en la que el bebé está sumergido desde temprano, una musicalidad humana compuesta por los latidos del corazón, y diversas calidades de ruidos provenientes del interior del cuerpo que lo alojara durante nueve meses.
Pero sin dudas hay uno que redobla su intensidad ya que el pequeño lo recibe desde adentro y desde afuera en forma continua: la voz humana, en especial la de su madre.
El Dr Suzuki, creador del método Suzuki, sostiene que los niños están envueltos por el sonido del idioma de su madre desde antes de su nacimiento. Esto lo llevó a pensar que si los niños estuvieran envueltos por sonidos musicales, podrían desarrollar una habilidad tan extraordinaria en la música como la que desarrollan en el lenguaje.
Marina Sauber, profesora de música y capacitadora de docentes, integrante del grupo Caracachumba, co-autora del Proyecto de Extensión Universitaria “La música en el Jardín Maternal”: un proyecto de capacitación docente basado en el Modelo de Interacción con Estímulos concordantes, sostiene que “El estímulo y la práctica musical promoverá en los niños la atención sostenida y la actitud inquisitiva al mundo sonoro, y favorecerá el establecimiento de vínculos saludables entre adulto- bebé en un circuito emocionalmente significativo para ambos”.
Los invitamos a expresar su opinión y experiencias sobre este tema, o a contarnos cómo lo resuelven en su Centro Escolar.

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