marzo 01, 2011

Comunicaciones con la familia

Inauguramos este tema con una reflexión que pretende explicar el nombre de este segmento de nuestro Blog. familias2.jpgSolemos hablar de “Comunicaciones con los padres” y con frecuencia encabezamos nuestros mensajes a las familias con frases del tipo: “Queridos papis” “Mamis” “Estimados padres”, “Querida Mamá”, etc. En los últimos años, sin embargo, desde diversos sectores se está insistiendo sobre la importancia de modificar estas expresiones. En la actualidad las familias que contienen a los niños que concurren a las diversas instituciones educativas ya no responden al perfil clásico Mamá-Papá-Hermanos. Las familias expandidas, las familias uniparentales, las familias de niños sin padres criados por abuelos, tíos u hogares sustitutos dan cuenta de que no podemos juzgar la situación de los niños desde ese parámetro tradicional. No solo porque ya no es tan fácil encontrarlo sino porque tampoco es sinónimo exclusivo de armonía o seguridad para el infante. Por eso es necesario modificar el hábito en relación a numerosas expresiones con que nos manejamos en el Jardín, pero también poder pensar con la comunidad docente, hasta qué punto están arraigados en nosotros ciertos preconceptos o prejuicios acerca de la familia tradicional o la carencia de la misma.
Poder preguntarnos y pensar como adultos si realmente la familia clásica es la única estructura que puede ofrecer amor y contención al niño pequeño, o en cambio ¿no nos hemos encontrado a lo largo de nuestros años de docentes con niños que tenían una dosis de vitalidad y alegría muy grande, que provenían de hogares con situaciones complejas pero que garantizaban a sus miembros la aceptación, el afecto? ¿Y en cambio no recordamos también el ejemplo contrario? Es posible que sintamos que a ciertas familias tenemos que apuntalarlas y acompañarlas más que a otras. Por diversas razones. También es posible que tengamos opiniones muy distintas sobre estos cambios en la composición parental de la que estamos hablando. Pero empecemos por lo más sencillo: cuidemos la forma de dirigirnos a los niños y a sus familias. Colaboremos para hacer inclusiva y continente a nuestra institución a través de expresiones que colaboren para hacerse sentir contenidos e incluidos a todos los modelos de familias con las que nos encontremos.
Para pensar: aunque nuestros chicos no leen los cuadernos de comunicaciones, muchas veces decimos delante de ellos cosas como: “vamos a poner los trabajos en esta cartelera porque así los papis cuando los vienen a buscar los pueden ver” Hace poco asistí a una conversación de este tipo en una sala de 3 años. Un niño con mucha naturalidad contestó “mi papá no lo va a poder ver porque esta muerto”. La maestra no se había dado cuenta que lo que para ella es “papis”, o sea “papás o mamás” para los niños se entiende solo como papás. Puesto que como seres humanos cometemos errores constantemente, es interesante la forma en que esta docente pudo resolver la situación, se corrigió y aclaró “es verdad, tenés razón, pero vos tenés una familia que te quiere muchísimo y siempre vienen a buscarte, ellos van a ver tus trabajos”.

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