La capacidad para hablar es fundamental para el desarrollo social y cognitivo de los preescolares por lo que debe ser explorada por los pediatras en cada consulta, dado que a los dos años de edad existe una prevalencia del 17% para un inicio tardío del habla.
Debe distinguirse habla de lenguaje. Hablar es la capacidad de producir sonidos para obtener comunicación. Lenguaje es organizar esos sonidos en cuatro niveles: a) la semántica, que se refiere al significado de las palabras aisladas o en su conjunto; b) la sintaxis, que comprende la capacidad de combinar palabras en frases y oraciones; c) la fonética, referida a la combinación de los sonidos; y d) la pragmalingüística, que valora la utilización social del lenguaje.
El manejo del lenguaje supone tanto recepción con compresión y en la emisión como expresión inteligible de mensajes. Para ello existe una etapa preverbal en que se comprende la información recibida, y otra etapa verbal en que se consigue emitir mensajes mediante la palabra hablada. El proceso se inicia a los 3 meses, cuando el lactante presta atención al tono de voz, y a la expresión facial del adulto. A los 6 meses comienza un proceso de imitación, y a los 10 meses establece gestos sociales. Luego de que llega a adquirir 50 vocablos, cuando alcanza la edad preescolar ya puede armar frases de dos palabras.
Algunos lactantes llegan a señalar el objeto cuando oyen nombrarlo. Ello implica capacidad de sintaxis o comprensión de la gramática. A los 3 años pueden construir frases de tres palabras, y un extraño consigue comprender la mitad de lo que dicen. A los 5 años son capaces de responder preguntas respecto a cómo, qué, quién y por qué, con un lenguaje que resulta inteligible para un extraño. Pueden dialogar sobre un tema de su interés. A los 8 años manejan frases complejas.
En algunos casos la adquisición del lenguaje puede estar retrasada porque progresa más lentamente con la secuencia característica; pero en otros casos adquiere un desarrollo desordenado. Tanto en uno como en otro caso la alteración del lenguaje puede ser primaria o bien secundaria a otro trastorno. Las alteraciones primarias son las que frecuentemente dan luego los trastornos conocidos como dislexia. Las alteraciones secundarias pueden deberse a enfermedades como sordera, retraso mental, autismo y discapacidades del aprendizaje. También pueden ser causa de trastornos como la apraxia del habla, que consiste en defecto motor para la coordinar la expresión de palabras, o la disartria, defecto neuromotor para hablar. Existen también trastornos fonológicos aislados para procesar los sonidos del habla. Un 5 a 8% de preescolares combinan retrasos del habla y del lenguaje que causan posterior dificultad en el aprendizaje.
Debe distinguirse habla de lenguaje. Hablar es la capacidad de producir sonidos para obtener comunicación. Lenguaje es organizar esos sonidos en cuatro niveles: a) la semántica, que se refiere al significado de las palabras aisladas o en su conjunto; b) la sintaxis, que comprende la capacidad de combinar palabras en frases y oraciones; c) la fonética, referida a la combinación de los sonidos; y d) la pragmalingüística, que valora la utilización social del lenguaje.
El manejo del lenguaje supone tanto recepción con compresión y en la emisión como expresión inteligible de mensajes. Para ello existe una etapa preverbal en que se comprende la información recibida, y otra etapa verbal en que se consigue emitir mensajes mediante la palabra hablada. El proceso se inicia a los 3 meses, cuando el lactante presta atención al tono de voz, y a la expresión facial del adulto. A los 6 meses comienza un proceso de imitación, y a los 10 meses establece gestos sociales. Luego de que llega a adquirir 50 vocablos, cuando alcanza la edad preescolar ya puede armar frases de dos palabras.
Algunos lactantes llegan a señalar el objeto cuando oyen nombrarlo. Ello implica capacidad de sintaxis o comprensión de la gramática. A los 3 años pueden construir frases de tres palabras, y un extraño consigue comprender la mitad de lo que dicen. A los 5 años son capaces de responder preguntas respecto a cómo, qué, quién y por qué, con un lenguaje que resulta inteligible para un extraño. Pueden dialogar sobre un tema de su interés. A los 8 años manejan frases complejas.
En algunos casos la adquisición del lenguaje puede estar retrasada porque progresa más lentamente con la secuencia característica; pero en otros casos adquiere un desarrollo desordenado. Tanto en uno como en otro caso la alteración del lenguaje puede ser primaria o bien secundaria a otro trastorno. Las alteraciones primarias son las que frecuentemente dan luego los trastornos conocidos como dislexia. Las alteraciones secundarias pueden deberse a enfermedades como sordera, retraso mental, autismo y discapacidades del aprendizaje. También pueden ser causa de trastornos como la apraxia del habla, que consiste en defecto motor para la coordinar la expresión de palabras, o la disartria, defecto neuromotor para hablar. Existen también trastornos fonológicos aislados para procesar los sonidos del habla. Un 5 a 8% de preescolares combinan retrasos del habla y del lenguaje que causan posterior dificultad en el aprendizaje.
Buscar la causa.
La exploración auditiva debe ser parte importante del estudio de un niño con trastornos del lenguaje. También la posible existencia de problemas psiquiátricos con alteración asociada del lenguaje. En este caso debe intervenir un psiquiatra infantil.
La exploración auditiva debe ser parte importante del estudio de un niño con trastornos del lenguaje. También la posible existencia de problemas psiquiátricos con alteración asociada del lenguaje. En este caso debe intervenir un psiquiatra infantil.
Retraso mental y lenguaje.
En casos de retraso mental surgen trastornos en el desarrollo del lenguaje, con imposibilidad de utilizar palabras en la edad preescolar. Cuando la alteración cognitiva es mínima, el habla aparece en la edad preescolar, sólo afectando el desarrollo del vocabulario así como el empleo de frases.
En casos de retraso mental surgen trastornos en el desarrollo del lenguaje, con imposibilidad de utilizar palabras en la edad preescolar. Cuando la alteración cognitiva es mínima, el habla aparece en la edad preescolar, sólo afectando el desarrollo del vocabulario así como el empleo de frases.
Diagnóstico y tratamiento temprano.
Es importante realizar el diagnóstico de un trastorno del lenguaje lo más tempranamente posible para poner en marcha el tratamiento. Tanto el diagnóstico como el tratamiento estarán protagonizados por el especialista en fonoaudiología.
Es importante realizar el diagnóstico de un trastorno del lenguaje lo más tempranamente posible para poner en marcha el tratamiento. Tanto el diagnóstico como el tratamiento estarán protagonizados por el especialista en fonoaudiología.